Posted by Findûriel in , | 7.3.08 1 comment

En la más nimia circunstancia que hizo juntarse los caminos de nuestras dos vidas, en el menor caso, de grande o de trivial importancia, que te llevó a pedirme socorro o placer, en su relación con la vida, ya se tratase solamente del polvo que danza en un rayo de sol o de la hoja que cae de un árbol, la ruina vino siempre después, como el eco de un grito doloroso o como la sombra que caza con el animal de presa.

1 comentarios:

flordesombra dijo...

has ordeñado una de mis vacas sagradas!!! o>.< O
estaba yo poniéndome al día con tu blog, ¡y mira lo que me encuentro! ¡Oprobio! ¡Maldad! ¡Alevosía y nocturnidad!

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